El lago di Como

De Milán al lago di Como hay una escasa media hora sin tráfico. La ciudad que da nombre al lago se encuentra en la zona suroeste y es encantadora. Se divide en la zona nueva, externa a las murallas, y la zona vieja o centro histórico, en su interior. Su casco antiguo está repleto de pequeñas tiendas de peletería, recuerdos y ropa, donde el turista disfruta de un agradable paseo por sus calles descubriendo su gran duomo y su tranquilo puerto, desde el que se contempla el lago y las casitas que cubren la montaña. Todo un remanso de paz y tranquilidad.



Desde Como nos decidimos a bordear el lago por su orilla derecha para dirigirnos a Varenna. Para llegar allí hemos de coger una carretera muy estrecha que cuenta con curvas cerradísimas. Durante el trayecto realizamos alguna parada en miradores, donde tomamos fotografías del paisaje, enormes montañas emergiendo del agua rodean el lago, son los Alpes italianos, que se alzan majestuosos rodeándolo. Como no cuenta con playas sino más bien con orillas escarpadas y alguna que otra calita de guijarros. A sus orillas podemos ver pueblos incrustados prácticamente en la montaña, con la entrada a pie de la carretera secundaria que rodea el lago, y distanciados los unos de los otros.

Siguiendo la carretera llegamos al pueblo turístico de Bellagio, desde donde partirá nuestro transbordador hacia Varenna, en la orilla opuesta del lago. Los transbordadores son un medio de transporte muy práctico, pues permiten pasar de una orilla a otra del lago sin haber de perder tiempo bordeándolo por carretera, y económico. Su frecuencia de paso es de 1hora-2horas.



Bellagio es uno de los puntos principales de turismo de la zona. Situado en la intersección de los brazos del lago, es un pequeño pueblo medieval con calles empedradas escalonadas y llenas de comercios. El turista puede encontrar todo tipo de recuerdos en sus tiendas: cristal de murano, bolsos de piel, ropa,... Un buen lugar para pasar el rato mientras esperamos la salida de nuestro transbordador. El trayecto en barco dura una media hora en la cual podemos estar dentro del coche o salir fuera y sentarnos en un banco a disfrutar de las vistas del lago y de su fresca brisa.

Varenna està situado justo en el vértice norte de la y griega invertida que forma el lago. En este pueblo se decide si nos queremos dirigir al norte o bien volver hacia el sur. Es un pueblo tranquilo donde muchas de sus calles consisten en escalones y pasarelas alzadas sobre el agua y sobre el cual se alza el castillo medieval de Vezio, que ofrece espectaculares vistas panorámicas. Y es que, el éste es el tercer lago más grande de Italia y el más profundo (410 m).

Una vez hemos subido al castillo, nos despedimos de Varenna y nos dirigimos hacia el sur, bordando de nuevo el lago. Esta zona es más agreste y las montañas son más escarpadas. Nuestra próxima parada, un poco más alejada, será Bérgamo.



La ciudad de Bérgamo está dividida en dos: Bérgamo vieja, fortificada, y Bérgamo nueva. La primera está situada en lo alto de una montaña, y la segunda bajo ésta. Nosotros subimos a visitar la Bérgamo alta ya que la vieja ciudad es muy conocida por sus fortificaciones venecianas antiguas y sus palacios, torres e iglesias, incluyendo el Palazzo della Ragione del siglo XII, la Torre del Comune, la Catedral de Bérgamo, la Capilla Colleoni y la iglesia de Santa María Maggiore. Esta última es la que despierta más interés en el viajero, ya que es la más vistosa y la que mezcla más estilos en su arquitectura. Durante el paseo por el casco antiguo, no dudamos en parar en una de sus muchas heladerías, para refrescarnos mientras curioseamos por sus estrechas callejuelas.

Una vez terminado el recorrido, volvemos a nuestro centro de operaciones en Milán, para descansar, ya que al día siguiente partimos hacia el lago di Garda y Verona.




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