Nantes, ciudad natal de Julio Verne

 Nantes

Hoy nos levantamos y preparamos las maletas. Es nuestro tercer día de viaje en nuestra ruta en coche por Bretaña y Normandía. Toca cambio de alojamiento pero continuamos en la región de Países del Loira. Nos trasladamos de Luçon a Nantes. Dejamos el coche en un aparcamiento cubierto tras la catedral y comenzamos la visita a la capital de la región. Es temprano, las nueve y media de la mañana, y podemos recorrerla sin apenas turistas. En un primer momento intentamos entrar en la Catedral pero está cerrada al público. Están restaurando su interior debido a un incendio y hasta finales del año 2024 no volverá a estar abierta al público.

Castillo duques de Bretaña en Nantes


Seguimos la ruta hacia el castillo de los Duques de Bretaña. No entramos en su interior pero si recorrimos el exterior de sus murallas. Paramos en la oficina de turismo que está ya en el exterior de sus muros, junto a su puente elevadizo y pedimos un plano de la ciudad para no perdernos los lugares más interesantes. La chica de la oficina nos avisa que en Francia comen pronto y nos aconseja el barrio donde podemos encontrar restaurante donde poder comer una sabrosa galette, la especialidad gastronómica de la región de Bretaña. Es parecida a una crepe y se utiliza para la masa harina de trigo sarraceno y agua. Hacemos las últimas fotos a las murallas y, aunque apenas son las once y media de la mañana, buscamos ya restaurante. A las doce estábamos sentados en la mesa y pidiendo un menú de galette bretona salada, crepe dulce más sidra bretona. Exquisito y bien de precio. Mientras esperábamos nuestra comida el restaurante se fue llenando de gente y en apenas media hora estaba completo.

Tras la comida, ya recorrimos Nantes a un ritmo más tranquilo. Recorrimos el casco antiguo, la fuente de la plaza Royal, las galerías del pasaje Pommeraye, el teatro Graslin y acabamos el recorrido en la Ille de las máquinas contemplando las criaturas sacadas del universo literario de Julio Verne, que nació en esta ciudad.

Galería Nantes

Elefante Julio Verne en Nantes


Volvimos al coche y buscamos nuestro alojamiento, un Ibis Budget que habíamos reservado en las afueras y en el dormiremos sólo una noche. Hacemos el check-in sobre las cinco de la tarde y, como todavía era temprano, buscamos en Google si había alguna pista de básquet cerca donde mis hijos pudieran jugar un rato. Y… la encontramos! Unas pistas muy chulas junto a un parque precioso, el Parc de Procé donde pasamos la tarde. Sobre las siete regresamos al alojamiento, compramos pan y embutido en un supermercado cercano y cenamos unos bocadillos en una de las mesas de picnic situadas en el mismo aparcamiento del alojamiento. Recogimos y a dormir.


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