Hoy ha sido el primer día de viaje en nuestra ruta en coche con niños por Bretaña y Normandía. Nos hemos levantado a las cinco de la mañana y a las cinco y media estábamos saliendo de Barcelona. Tras una breve parada para desayunar en un área de servicio en Carcassone, comienza a diluviar y hemos de comer los bocadillos que llevamos dentro del coche. Proseguimos la ruta y a las dos del mediodía llegamos a La Rochelle. Hemos recorrido 815 kilómetros en unas ocho horas y agradecemos poder pasear y estirar las piernas. Nos cuesta un ratito aparcar pero finalmente lo conseguimos y damos una vuelta alrededor del puerto.
La Rochelle
La Rochelle es la capital del departamento de Charente Maritime, en la región de Nueva Aquitania. Esta ciudad portuaria desarrolló un importante comercio marítimo gracias al próspero mercado del vino y de la sal. En nuestro caso no disponemos de mucho tiempo para conocerla y recorrerla en profundidad. Nos limitamos a dar un paseo por su puerto deportivo, por la calle porticada Rue du Palais, que nos lleva a la Catedral de San Luis, consagrada en 1784, y por las torres de la ciudad, declaradas Monumento Histórico desde 1879. Divisamos primero la Torre de San Nicolás, al otro lado del puerto, y la Torre de la Chaine y continuamos el camino bordeando la muralla hasta llegar a la Torre de la Lanterne. Seguimos el recorrido hasta la playa de la Concurrence y aquí comienza a hacer un viento increíble. Se avecina lluvia así que regresamos sobre nuestros pasos dirección al coche.
El día ha salido raro. Durante el viaje, en el tramo de Burdeos a La Rochelle se ha nublado el día y ha comenzado a llover. Cuando hemos llegado a La Rochelle ha salido un sol espléndido y, al rato, se ha empezado a nublar de nuevo, a hacer mucho viento y finalmente a llover de nuevo durante 10 minutos. Después ha vuelto a salir el sol. Y así continuamente durante todo el día. Todos estos cambios hacen que haga fresquito y calor a ratos. Así que todo el día con el chubasquero a cuestas dentro de la mochila, por si acaso.
En apenas media hora llegamos a nuestro primer alojamiento del viaje, una villa en el centro de Luçon que ofrece una habitación perfecta para una familia numerosa. Tres estancias con cuarto de baño y desayuno incluido.
Son casi las seis de la tarde y hemos de buscar un lugar donde cenar. Este ha sido el único pero del día. Hemos intentado ir a cenar a un restaurante cercano al hotel y nos ha dicho que no era posible atendernos sin reserva. Así que cenamos en una hamburguesería en las afueras del pueblo y regresamos al hotel. Mañana nos espera Puy du Fou, el parque temático de espectáculos más premiado del mundo y el segundo parque más visitado de Francia después de Disneyland Paris.
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