Tras cargar el coche, salimos de Fieberbrunn sobre las nueve y media de la mañana con destino a nuestro siguiente alojamiento en Werfen, a unos 70 kilómetros de distancia. En una hora llegamos a nuestro destino pero no podíamos entrar hasta las cuatro de la tarde. Así que aprovechamos para hacer la excursión más espectacular del viaje.
En esta etapa de la ruta ya no estamos en la región del Tirol. Hemos pasado a la región de Salzburgo. Aprovecharemos la cercanía para visitar también algunos lagos de la región Alta Austria
Subida a la cueva helada de Eisriesenwelt
Con el coche cargado de maletas subimos hasta Eisriesenwelt para entrar a su cueva helada. Aparcamos sin problemas muy cerca del edificio de acceso al inicio de la ruta. He de comentar que mi marido ya la habíamos visitado años atrás cuando aún no teníamos niños y nos encantó y en este viaje no queríamos perder la oportunidad de que ellos también la visitaran. Tenéis toda la información de la cueva aquí.
He de mencionar que cuando aparcamos el coche nos cargamos la mochila a la espalda con ropa de abrigo y chubasqueros. Subimos con pantalones largos y una vez en la entrada comenzamos a abrigarnos bien. La temperatura dentro de la cueva es de 0ºC durante todo el año y en el exterior estamos a unos 25ºC así que la bajada de temperatura es notable. Guantes, sudadera, chubasquero y nos adentramos en el hielo. No me extenderé mucho en explicaros el interior porque tenéis toda la información aquí pero la excursión es 100% recomendable para hacer con niños.
Una vez
fuera, empezamos a quitarnos las capas de ropa, las metimos en la mochila e iniciamos el descenso hacia el coche. El día
continúa despejado aunque ya comienzan a aparecer algunas nubes en el cielo. Hemos
tenido mucha suerte con el tiempo. No sé si me atrevería a subir a esta altura
un día nublado y de lluvia.
A las cuatro y media estamos de nuevo en Werfen y nuestro casero nos hace entrega de las llaves de nuestro apartamento durante los próximos tres días. He de hacerle una mención especial por su amabilidad y hospitalidad. El señor Fritz nos esperó con un detalle de bienvenida y puso a nuestra disposición juegos en su jardín para que los niños se divirtieran durante nuestra estancia. Os recomiendo su alojamiento si estáis por la zona. Además de estar muy bien situado, muy cerca de la autopista, las habitaciones estaban limpias y el lugar era muy tranquilo y silencioso rodeado de naturaleza. Lo reservamos por Booking, al igual que el resto de los alojamientos.
Excursión a Mondsee y Attersee en la región Salzkammergut
El día siguiente amaneció lluvioso pero el tiempo no nos detuvo y salimos pronto hacia el norte. Nuestro destino era la región de los lagos de Austria, Salzkammergut. En nuestro viaje anterior ya visitamos el lago Wolfgansee y esta vez iremos a ver Mondsee y Attersee.
El pueblo de Mondsee está situado en la orilla norte del lago Mondsee y recibe su nombre de la silueta del lago, en forma de media luna. Es conocido como la "Perla de la región". Aparcamos junto al lago, muy cerca de la zona de baño Alpenseebad y dimos un agradable paseo por su orilla y nos sentamos en un banco a comernos los bocatas.
También callejeamos por el centro del pueblo, visitando la basílica de Sant Michael, situada junto a la Abadía Mondsee. Esta abadía fue fundada en 748 por Odilo, duque de Baviera, sobre las ruinas de un asentamiento romano. La escena de la boda de "Sonrisas y lágrimas" entre María y el capitán Georg von Trapp fue filmada en este lugar.
Subimos de nuevo al coche y seguimos hasta llegar a Attersee (Lago Atter). Este lago nos sorprendió por sus aguas turquesas limpias y cristalinas y no pudimos evitar meter los pies en él. Se nos habían olvidado los bañadores en el apartamento ya que el día, cuando salimos de Werfen, no acompañaba al baño. Os recomiendo que llevéis siempre una bolsa en el coche con toallas y bañadores para que no os pase lo mismo.
El día había mejorado y hacía mucho calor. Pasamos junto a varias playas de arena donde las familias se bañaban y pasaban la mañana. Nosotros nos limitamos a pasear junto al lago, paramos en varios parques para que los niños jugaran y regresamos al coche.
El día siguiente volvió a llover y no pudimos hacer ninguna excursión a la montaña así que regresamos a Salzburgo y lo dedicamos a ir de tiendas. Por la tarde recogimos y preparamos las maletas para nuestra marcha. El señor Fritz, nuestro amable casero, nos vino a despedir y a desear buen viaje y abandonamos Austria con una sonrisa en los labios.
Este país nunca defrauda. Ha sido un viaje espectacular. Estoy segura que pronto volveremos.
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