Abandonamos nuestro apartamento en Innsbruck para desplazarnos a nuestro siguiente destino: Pillerseetal o valle de Pillersee, a unos 100 kilómetros de distancia hacia el este. La verdad es que me costó encontrar información turística de esta región en foros y blogs de viajes pero con la información que encontré y, sobre todo, con los folletos turísticos que pedí a la oficina de turismo de Fieberbrunn descubrí que este valle tenía actividades familiares suficientes para quedarnos tres días. Es un valle muy tranquilo. No encontraréis aglomeraciones ni colas en ningún sitio y todo está muy cerca por lo que no hay que hacer muchos kilómetros durante la estancia.
Piscina con increíbles vistas en Ellmau
Entre Innsbruck y nuestro siguiente destino, paramos en el pueblo de Ellmau, situado en un valle lateral del río Inn, el río más largo del Tirol. ¿Y por qué este pueblo? Pues porque investigando sobre qué hacer para aprovechar la mañana de traslado encontré que este pueblo tiene varios atractivos para las familias. Uno es la estación de esquí Wilder Kaiser, con juegos para los niños, y otro es un complejo deportivo con un entorno y unas vistas espectaculares a los montes del Kaiser, el Kaiserbad Ellmau. Nosotros nos decantamos por el complejo y fue todo un acierto.
El día salió soleado y, aunque las temperaturas no eran igual que las de España (estamos por debajo de los 30ºC) a mis hijos no les importa y siempre me piden ir a parques acuáticos. Así que siempre tengo bajo la manga una piscina donde acudir. Pero he de destacar que este complejo deportivo es, con diferencia, el mejor en el que hemos estado en todos nuestros viajes. Instalaciones limpias y bien cuidadas, piscina tranquila e infinidad de actividades para que toda la familia pase un día genial: una zona enorme de césped con una pequeña pista de básquet, camas elásticas, columpios, zona de escalada, varias piscinas y un lago artificial, toboganes acuáticos, zona de juegos infantiles interior... y a un precio muy económico. Nosotros entramos poco después de que abrieran, sobre las diez y cuarto de la mañana, y estuvimos hasta las dos del mediodía más o menos pero te puedes estar hasta que cierren a las 20h. En nuestro caso, no pudimos quedarnos más. El horario de entrada a nuestro apartamento en Fieberbrunn era a partir de las 16h y queríamos llegar con tiempo, dejar las maletas, buscar algún restaurante para comer más tarde y comprar algo en el supermercado.
Nuestra casera nos recibió muy amablemente, nos enseñó la casa y nos entregó las llaves junto a la tarjeta de huésped. Con ella, nos explicó que teníamos acceso a los transportes públicos del valle y descuento si queríamos adquirir la Pillersee Card.
El desconocido Valle Pillersee
El tranquilo valle Pillersee, situado en los Alpes de Kitzbühel, en Tirol, está formado por cinco pueblos: Fieberbrunn, Hochfilzen, St. Jakob in Haus, St. Ulrich am Pillersee y Waidring. Es un valle muy tranquilo. Cuenta con 110 km de pistas de esquí de fondo para los amantes de los deportes de invierno, pero en verano su oferta de ocio familiar es muy variada. Entre sus atractivos turísticos encontramos tres telecabinas, piscinas y lagos, ocho campos de golf, rutas de senderismo bien señalizadas y para los ciclistas de montaña.
La mejor opción si os alojáis unos días en alguno de los pueblos del valle es comprar la Pillersee Card, la tarjeta de actividades de la región. Si sólo vais de paso, no os saldrá a cuenta comprarla pero si tenéis pensado parar unos días en el valle y, especialmente si viajáis con niños, es 100% recomendable. Puedes utilizar cada una de las actividades que ofrece una vez al día y si sois muy activos, como es nuestro caso, os resultará mucho más económico que hacer las actividades de forma individual. Además, te permite utilizar el transporte público local (autobuses, tren y teleféricos), así como la entrada a diferentes parques naturales y temáticos. La podéis comprar en las oficinas de turismo del valle y en las taquillas de algunos telecabinas como el de Fieberbrunn y del de Waidring.
Alojarnos en un apartamento en Fieberbrunn fue todo un acierto. Villa-Musica es una casa muy tranquila, limpia y sus propietarios muy amables. La casa estaba situada junto a un frondoso bosque del que, cada tarde, salían cervatillos a comer en la pradera y a tan sólo diez minutos caminando de la casa teníamos el Lauchsee. Además, las vistas desde la terraza eran espectaculares. Como plus, el apartamento disponía de lavadora y secadora y nos ofrecieron la tarjeta de huésped, que te daba acceso gratuito al transporte público del valle y con la que podías comprar la tarjeta Pillersee Card a un precio más económico.
Ruta de senderismo y Parque Timoks en Fieberbrunn
El primer día en Pillerseetal amaneció soleado. De momento estamos teniendo mucha suerte con el tiempo y hemos de aprovecharla. El primer objetivo del día es comprar la tarjeta de la región. En Austria los teleféricos abren pronto así que a las 8:15h ya estamos en la ventanilla de la taquilla del telecabina de Fieberbrunn comprando la Pillersee Card de tres días. No tardamos en estrenarla. Fuimos directamente al teleférico y aquella mañana fuimos los primeros en subir a la estación alpina. El trayecto cuenta con dos paradas, puedes optar por bajar en la primera, la estación Bergbahnstation Streuböden, situada junto al parque Timoks Wilde Welt y a su trineo de verano, o hacer trasbordo a otra telecabina que te sube hasta la estación Bergbahnen Lärchfilzkogel, en la parte más elevada de la montaña. Nosotros subimos hasta la cima. Una vez arriba las vistas son espectaculares. Hay varias sillas orientadas al valle que te invitan a sentarte y simplemente disfrutar de la naturaleza.
Junto a la estación encontramos un gran panel con diferentes rutas de senderismo perfectamente señalizadas. Decidimos bajar hasta la parada intermedia caminando y elegimos el recorrido más panorámico. La bajada no tiene ninguna dificultad. Es una pista amplia muy bien indicada y la hacemos en solitario. De vez en cuando nos cruzamos con algún ciclista que hace el recorrido a la inversa y sube en bicicleta eléctrica, pero al ser temprano bajamos tranquilamente deleitándonos de las vistas. Nos detenemos en un banco estratégicamente colocado situado junto al restaurante de montaña, el Berggasthof Wildalpgatterl para deleitarnos de las fantásticas vistas y comer unos croissants que compramos en el supermercado del pueblo. Frente a nosotros se alzan las montañas de Griesental.
Llegamos a la estación intermedia sobre las once de la mañana que a estas horas ya empieza a estar más animada. El restaurante ya está abierto y los telecabinas suben llenos. En su mayoría vemos familias con niños dispuestas a pasar un gran día de diversión ya que en esta estación se encuentra el parque temático Timoks, genial para niños de todas las edades: camas elásticas, columpios, zona de baño con juegos de agua, parque de aventuras en los árboles, lago donde los más valientes pueden darse un refrescante baño... Pero también suben montañeros ataviados con toda la equipación para una buena ruta de senderismo.
Mis hijos corren directos a las colchonetas elásticas y de allí pasamos a la zona de juegos de agua donde, hasta yo me animo a remojarme los pies en el agua helada pero el hambre empieza a hacer acto de presencia y nos acercamos al restaurante para comernos un schnitzel con patatas fritas y una cervecita en una de las mesas de su terraza. Lo devoramos rápidamente y volvemos al parque porque los niños han visto el Timoks Alpine Coaster. Al ser la hora de comer apenas hay cola para subir así que aprovechan y suben emocionados. Ya habíamos subido en un trineo de verano en Mieders pero en este pueden subir ellos solos y en Mieders tenían que subir acompañados de un adulto. Tras la experiencia seguimos por el parque de aventuras en los árboles y damos un paseo junto al lago.
Sobre las tres cogemos de nuevo el telecabina y bajamos hasta el aparcamiento. El día continúa. Nuestra intención era acercarnos hasta el lago Pillersee para darnos un chapuzón. Pasamos rápido por el apartamento, cogemos la bolsa con las toallas y los bañadores y vamos al lago Pillersee, que da nombre a la región. Tras dejar el coche aparcado y tras un paseo de veinte minutos llegamos al lago pero escasas zonas de arena y su agua turbia y abundante en truchas nos hacen replantearnos el plan. Con la tarjeta viene incluido un paseo en barca de pedales por el lago pero no nos apetece así que regresamos al coche y regresamos al apartamento a dejar el coche. Desde allí, caminamos unos diez minutos, hasta que llegamos a Lauchsee, muy cerquita del alojamiento. La entrada está incluida con la Pillersee Tal (sin ella el coste de la entrada para un adulto es de euros y para cada niño).
Una mañana entre dinosaurios en el Triassic Park de Waidring
El segundo día también madrugamos. Queremos subir una nueva montaña en teleférico aprovechando la Tarjeta y nos dirigimos a Waidring. Subiremos al Bergbahnen Steinplatte Waidring que nos llevará al Triassic Park, un parque temático de dinosaurios.
Tras veinte minutos de ascenso llegamos a la cima. Caminamos cinco minutos y llegamos a la entrada. El recorrido por el parque comienza en una pequeña sala de exposiciones sobre los restos de dinosaurios encontrados en la región y enseguida salimos al gran parque al aire libre llenos de juegos y atracciones para los peques. La gran atracción es el mirador colgado en el vacío.
Comienza a hacer frío y el día se nubla de repente. Amenazan con tormenta y no queremos que nos coja aquí arriba así que nos dirigimos a la estación para descender de nuevo a Waidring. Son las doce y el día abajo continúa nublado así que decidimos volver a comer al apartamento. La tarde mejora y nos acercamos al pueblo de Sant Johann in Tirol para dar un paseo por sus calles. Por suerte, es día de fiesta y nos encontramos una orquesta tocando en la plaza mayor del pueblo rodeados de un gran público. Mesas de madera colocadas ante el escenario y comensales comiendo y bebiendo cerveza totalmente entregados al espectáculo.
Tras tomar un helado y disfrutar también de la celebración, volvemos al coche y a nuestro apartamento. Terminaremos la tarde tomando un baño en el lago Lauchsee, que tenemos muy cerca de nuestro apartamento para seguir amortizando la Pillersee Card.
Subida a la Cruz de Sankt Jakob y parque de atracciones Familienland
El tercer día en la región no madrugamos mucho. Cogemos el coche y en escasos 10 minutos estamos en nuestro primer destino. La estación de telecabina Buchensteinwand Bergbahn que nos subirá a la cruz que se alza en su cima. Se trata de la cruz de Sankt Jakob. Este remonte en realidad es un telesilla y a los niños les encanta subir con los pies colgando.
El día de hoy ha amanecido espectacular. Muy soleado pero, al ser todavía temprano, bancos de niebla salpican las montañas. Desde la cumbre se tienen unas vistas increíbles del valle. Tras hacer las fotos de rigor, comenzamos la ruta de senderismo que nos conducirá de nuevo al aparcamiento. El camino es muy agradable y está bien señalizado. Pasamos por un pequeño lago y vemos durante nuestro recorrido vacas pastando en medio de la pradera. Ni se inmutan cuando pasamos junto a ellas. Aunque alguna sí que nos acabó persiguiendo, causando la risa entre mis hijos. Íbamos sin prisas y llegamos al aparcamiento sobre las once y media de la mañana.
Los niños comienzan a tener hambre y la siguiente atracción que tenemos marcada incluida en la
Pillersee Card es el parque Familienland, a tan solo cinco minutos de la estación de Buchensteinwand. Cogemos el coche, aparcamos junto a la entrada, enseñamos nuestra tarjeta en taquilla y ya entramos al parque. Sin colas ni aglomeraciones. El parque es familiar y pequeñito. No os esperéis un Port Aventura porque no tiene nada que ver. Las atracciones están muy dirigidas a niños de 2 a 13 años. Lo primero que veréis nada más cruzar la entrada es el restaurante y fue nuestra primera parada. Pedimos unos frankfurts y nos sentamos a comer tranquilamente en su terraza. Lo tienen muy bien organizado. Pides la comanda en la taquilla del restaurante y te asignan un número. Has de esperar hasta que tu comanda salga y el camarero grite tu número. Eso sí, lo hará en alemán por lo que si estás familiarizado con este idioma, como es nuestro caso, no tuvimos problema pero si no es así tendréis que colocaros junto al camarero con vuestro número de recibo a la vista para que sea él quien se fije si es vuestro pedido.
Una vez con el estómago lleno ya podemos disfrutar del parque. Al ser un parque muy familiar los niños pueden subir a todas las atracciones sin problema. Este tipo de parques me encantan porque no hay colas y los niños se pueden montar las veces que quieran en todas las atracciones. Al menos sales con la sensación de haber aprovechado al máximo las horas dentro del parque y los niños acaban contentos de haber subido a todo. Montamos en las barcas, en el barco pirata, en la montaña rusa, en la noria y muchas más. Mis hijos salieron encantados del parque.
Con la entrada también se incluye la visita a su mina de Sal pero nosotros no la visitamos así que no os puedo opinar sobre ella.
Salimos del parque sobre las cinco de la tarde y volvimos a Fieberbrunn donde nos tomamos un helado. También era un día festivo en el pueblo y habían montado paraditas y juegos infantiles en la calle principal, cortando la avenida al tráfico y preparando también un concierto en la plaza. Nos sentamos tranquilamente a comer nuestro helado y dimos una vuelta por las diferentes paradas pero no nos quedamos a la fiesta. Comenzaba más tarde y estábamos agotados así que regresamos al apartamento.
Al día siguiente nos trasladábamos al último alojamiento en nuestro viaje a Austria, en Werfen, y teníamos que hacer maletas y dejarlo todo listo para mañana, no sin antes disfrutar de nuestras vistas desde la terraza.
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