En Austria el tiempo es muy cambiante. Así que hemos de aprovechar los días soleados para hacer actividades al aire libre. Normalmente las mañanas aparecen despejadas y sobre el mediodía comienzan a aparecer algunas nubes así que es muy recomendable salir pronto.
Disponen de
bicicletas de todos los tamaños en muy buen estado. Nos preparamos las mochilas
a la espalda, la Go Pro en el pecho para grabar el paisaje que nos rodea y nos
ponemos en marcha. Cruzamos las vías de tren y seguimos el camino paralelo a las vías desde Mayrhofen hasta Zell am Ziller. El paisaje es precioso, el
cielo está despejado y el recorrido plano así que disfrutamos mucho el paseo en
bicicleta. La distancia que separa ambos pueblos es de 8,4 kilómetros y en
apenas cuarenta minutos llegamos a nuestro destino, un parque con columpios y zona de picnic perfecto
para almorzar, ya en Zell am Ziller. Comemos los bocadillos que llevamos en la mochila, reponemos fuerzas y los niños juegan un rato. Tras esta parada regresamos por el mismo camino de nuevo a Mayrhofen. Eso sí,
nos paramos un momento varias veces para ver de cerca algunos detalles como un
puente de madera o bien para ver pasar el tren rojo que viene de Jenbach y
recorre el valle.
Otra buena
opción para visitar los pueblos del valle de Zillertal es coger el tren de
vapor o el tren regional que va de Jenbach a Mayrhofen. Mientras investigaba
cual sería la mejor opción para nuestro viaje, leí que otros viajeros
comentaban que
Sobre las doce y media devolvemos las bicis a la estación y damos un paseo por Mayrhofen mientras buscamos un lugar donde comer. Acabamos en un parque infantil, a las afueras del pueblo, Wasserspielplatz Brindlang donde los niños juegan un rato y muy cerca encontramos un restaurante con terraza al aire libre donde comer unos frankfurts tiroleses, ZweiEnder Food and Golf.
El lugar es muy tranquilo y agradable y dispone de minigolf para hacer una partida después de comer. Nosotros sólo comimos porque queríamos hacer muchas cosas por la tarde. Así que regresamos de nuevo a por el coche y salimos del valle rumbo a Wolfklamm. El plan era visitar la garganta y acabar la tarde en el Achensee dándonos un chapuzón.
El desfiladero de Wolfklamm
En el
pueblo de Stans, en las montañas de Karwendel, en el Tirol, se encuentra el
desfiladero de Wolfklamm, que termina en la popular ciudad de peregrinación de St. Georgenberg.
El sendero por el desfiladero está abierto de 9 a 16h y el precio por acceder a él y disfrutar del paseo por las diferentes pasarelas que hay junto al río es de 5 euros para los adultos y de 1,5 euros para los niños. Este dinero va destinado a su mantenimiento. Nosotros pagamos un total de 14.5 euros. Llegamos en el límite horario y la taquilla estaba abierta. El aparcamiento es pequeño y tuvimos mucha suerte de encontrar un hueco libre donde dejar el coche junto al río.
No hay apenas
excursionistas así que hacemos el paseo tranquilamente y sin aglomeraciones. Es
una buena hora. El nivel de dificultad del recorrido es moderado. Son 6
kilómetros con un ascenso de 350 metros. Si lo quieres hacer completo se tarda
un total de 3 horas entre ir y volver y se puede hacer perfectamente con niños.
Siempre con precaución y vigilando siempre donde poner el pie ya que hay tramos
en que el suelo está resbaladizo y otros tramos con escalones irregulares.
Nosotros no lo completamos. Diría que hicimos la mitad aproximadamente. No
queríamos invertir toda la tarde aquí ya que queríamos acercarnos al cercano
lago Achensee y darnos un baño antes del atardecer.
Este sendero fue creado en
1901 en el desfiladero. Sin embargo, fue destruido por una terrible inundación
en julio de 1912. El agua destruyó los senderos e inundó el pueblo y la
estación de tren. El camino se reabrió en octubre de 1936 pero de nuevo, diez
años después una nueva inundación volvió a destruir parte del sendero y otra
más en 1950 se llevó el resto. Otro desastre continuó y el año siguiente una
avalancha cayó hasta el desfiladero destruyendo toneladas de árboles y la parte
superior del sendero. Desde el año 1957
el sendero puede recorrerse de manera segura desde la primavera hasta finales
de otoño (en invierno permanece cerrado).
Un baño en el idílico Achensee
Tras la
mañana de pedaleo y la tarde de subir y bajar escaleras, el cuerpo nos pide un
poco de relax. Así que nos acercamos al hermoso lago Achensee, situado a apenas
12 km en coche del desfiladero Wolfklamm.
Con un
tamaño de 6,8 kilómetros cuadrados y una
profundidad de hasta 133 metros, el Lago Achensee es el lago más grande
del Tirol. Situado entre las montañas Karwendel y los Alpes Brandenberg, en él
se pueden practicar deportes como vela, surf, kitesurf y a su alrededor
encontramos una amplia oferta de ocio para los visitantes: tren turístico,
parques de aventuras, playas, zonas de juego infantiles, paseo en barco, rutas
de senderismo y de ciclismo.
Dejamos el
coche en el gran aparcamiento del centro de ocio Atoll Achensee a la entrada
del lago y damos un pequeño paseo bordeando sus aguas con la idea de hacer
tiempo. Este centro de ocio junto al lago abre sus puertas al público de manera
gratuita a partir de las 17h. Al menos el acceso es libre a su zona de juegos
infantil y a su playa privada. La tarde sigue soleada y los niños quieren
bañarse en sus cristalinas aguas. Así que en cuanto vemos la verja abierta
entramos para darnos un baño. Bueno, en realidad los únicos valientes fueron
los niños. Nosotros nos tumbamos en la orilla y vigilábamos. El agua estaba
fresquita pero no les importó. Allí que fueron. En ese momento me alegré de
haberme traído los escarpines, ya que la playa era de piedras y la pasarela de
madera desde la que se lanzaban al agua resbalaba mucho. Aguantaros veinte
minutos en el agua. El sol ya desaparecía entre las montañas y la tarde
refrescaba. Los secamos rápidamente con las toallas y corrieron veloces hacia
el parque infantil que hay dentro del recinto: tirolinas, barco, cestas
colgantes… lo pasamos genial.
El día
había sido intenso así que decidimos volver al apartamento a descansar. Mañana
nos esperaba un nuevo día lleno de nuevas aventuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario