Día 6:
DEPARTAMENTO ILLE-ET-VILAINE: Rochefort-en-Terre, Redon, Megalitos
Sexto día de viaje en nuestra ruta en coche con niños por
Bretaña y Normandía. Madrugamos. Ducha rápida y maletas hechas. Cargamos el
coche y seguimos la ruta. Salimos de Vannes y nos dirigirmos a la primera
parada del día en Rochefort-en-Terre, un pueblecito de cuento que
visitamos sin apenas turistas y que es encantador. Mis hijas se imaginaban que
en cualquier momento iba a salir Bella cantando en medio del pueblo. Entramos a
los jardines de su castillo dando un agradable paseo.
Dejamos atrás el departamento de Morbihan y entramos en el
de Ille-et-Vilaine, nuestro destino durante los siguientes cuatro días.
Seguimos hacia Redon. Este pueblo no es que tenga nada de
especial, excepto su puerto y su exclusa, donde los pequeños barcos se
incorporan al canal que circula de Nantes a Brest. Comimos en un restaurante de
comida rápida donde su especialidad son los bocadillos ya que intentamos comer
en una crepería del pueblo pero nos volvieron a preguntar si habíamos
reservado. Ante la respuesta negativa nos dijeron que estaban completos y que
no podían atendernos. Así que, como los niños tenían hambre, comimos bocadillos.
Megalitos Les Landes de Cojoux
Tras la comida, volvemos al coche. Todavía es pronto para
entrar al nuevo alojamiento así que decidimos aprovechar este ratito y nos
dirigimos al yacimiento arqueológico Les Landes de Cojoux-Megalithes, donde
volvemos a encontrar alineamientos de menhires. Recorremos parte del sendero y
finalmente tomamos rumbo al alojamiento donde pasaremos las próximas cuatro
noches. Ya tenemos ganas de estar más tranquilos y poder prepararnos nuestras
comidas y cenas en el horario que nos apetezca. Cual fue nuestra sorpresa
cuando descubrimos que en el mismo pueblo del alojamiento hay una cancha de
baloncesto. Mis hijos contentos así que decidimos echar unos tiros hasta que se
haga la hora de entrar a la gité.
La gité es espectacular. Una casa bretona con jardín, tres habitaciones espaciosas, lavadora, barbacoa, aparcamiento privado…. Y los dueños encantadores, muy simpáticos y serviciales. Nos dieron la bienvenida y nos enseñaron el alojamiento muy amablemente.
Web de los megalitos
Día 7
Josselin
Séptimo día de viaje en nuestra ruta en coche con niños por
Bretaña y Normandía. El día parece que
se presenta nublado pero sin lluvia. Desayunamos, preparamos bocadillos para la
comida e iniciamos los 76 km de distancia que nos separan de Josselin, primera
parada de la jornada y destino obligado. Situado en el departamento de
Morbihan, el pueblo de Josselin alberga una ciudadela medieval fundada en el
siglo XI por Guéthenoc, vizconde de la región bretona de Porhoët, y está
construida sobre un promontorio rocoso que domina el valle del río Oust.
Aparcamos en una de las muchas zonas de estacionamiento
gratuitas del pueblo y llegamos a la entrada del castillo cinco minutos antes
de que abran la taquilla. Una suerte. Apenas hay cola y enseguida entramos y
paseamos por los jardines intramuros que rodean el castillo. Son preciosos y
muy bien cuidados. El castillo, sin embargo, me pareció decepcionante. Hay
pocas estancias abiertas al público
teniendo en cuenta las dimensiones del castillo pero eso sí, estaban
perfectamente amuebladas y daba la sensación que alguien las seguía utilizando.
Me llamó especialmente la atención la biblioteca, que cuenta con más de 3000
ejemplares de libros de historia de la región bretona.
Tras la visita, bajamos al paseo que bordea el río Oust,
donde nos hacemos las últimas fotos con la ciudadela como fondo y buscamos un
parque tranquilo donde comer nuestros bocadillos.
Rennes
La siguiente parada del día era visitar el Bosque de Broceliande pero los
niños están cansados y optamos por ir a Rennes, donde un paseo por su
casco antiguo les anima más.
La ciudad de Rennes es la capital de Bretaña y del
departamento Ile y Vilaine. Es conocida por sus casas medievales con entramado
de madera y su historia se remonta más de 2000 años. Nos dirigimos a la oficina
de turismo para hacernos con un mapa de la ciudad y comenzamos el recorrido. Comenzamos
por la iglesia de Sant Sulpice, seguimos callejeando, entramos en la Catedral
de San Pedro, que me encantó, y las puertas de la ciudad. El día termina
tomando un helado paseando por el precioso parque público de Thabor, que
alberga un jardín inglés, un jardín francés, invernaderos y un jardín botánico.
Es un parque muy concurrido por familias y muy tranquilo.
Estamos cansados. Volvemos al alojamiento a disfrutar de nuestra
terracita con jardín. Mañana nos espera un día de fortalezas y castillos
medievales.
Día 8
Fortaleza de Fougéres
Octavo día de viaje en nuestra ruta con niños en coche por
Bretaña y Normandía. Salimos de nuestro alojamiento, situado en el pequeño
pueblo de Sainte-Anne-sur-Vilaine con destino a Fougères, a 115 Km de distanci.
Fougères es la fortaleza medieval más grande de Europa en mejor estado de
conservación así que pensando que habría largas colas para entrar madrugamos
para poder verla con tranquilidad.
Llegamos sobre las diez y media. El recorrido por el casco
antiguo está muy bien señalizado con carteles indicativos. En la oficina de
Turismo cogemos un mapa de la ciudad y comenzamos el paseo por los jardines
públicos donde tenemos unas vistas preciosas de la fortaleza. Apenas hay gente.
Seguimos el recorrido marcado hasta la entrada al complejo defensivo, edificado
entre los siglos XII y XV. Allí cogemos unas audioguías gratuitas para entender
la historia del lugar y comenzamos el paseo.
Con sus trece torres, la fortaleza cubre una superficie de
dos hectáreas y sus fortificaciones, antiguamente rodeadas de agua, han sido
restauradas por completo.
El recorrido por sus murallas y su patio interior nos lleva
toda la mañana. Culpa mía ya que me encanta fotografiar todas las torres y la
muralla desde todos los ángulos posibles y ralentizo el paseo. Tanto es así que
salimos sobre la una del mediodía y todos teníamos hambre. Volvemos al coche a buscar la cesta de picnic
y nos acercamos de nuevo al jardín público por donde hemos comenzado la visita
a la ciudad. Allí hay varias mesas dispuestas en medio del jardín, propiedad de
la heladería situada en el parque pero cerrada en ese momento (unos carteles
informan que su horario es apertura es a partir de las tres de la tarde de
lunes a viernes). Bajamos los bancos apilados sobre la mesa, sacamos nuestros
bocatas y comemos tranquilamente. Parece que es algo habitual ya que otras familias
se acercan a la zona de mesas y se sientan también a almorzar. La verdad es que
es un lugar tranquilo, limpio y muy bonito donde sentarse a hacer una pausa.
Castillo de Vitré
De vuelta al coche y hacia Vitré. Allí nos espera su
castillo, construido en el siglo XI y reformado en el XIII, XIV y XV, cuya
misión era defender la ciudad durante las guerras de Bretaña. Asentado sobre un
peñasco, la fortaleza de Vitré domina todo el paisaje. En apenas media hora
recorremos en coche la distancia entre Fougéres y sus murallas. Aparcamos sin
problema en una calle cercana y entramos en la ciudad vieja. Casas de entramado
de madera de diferentes colores resaltan entre el resto de edificios del casco
antiguo. Tras pocos minutos llegamos al puente elevadizo que da acceso al
interior del castillo. Un gran patio nos recibe con un pozo en uno de sus
laterales. Compramos la entrada de visitante que da acceso a algunas de sus estancias.
No se puede visitar en su totalidad debido, por un lado, a la débil estructura
de algunas de sus torres y por otro a que el lugar es ahora la sede del
ayuntamiento.
Tras la visita por las estancias abiertas al público, seguimos
el paseo por las callejuelas de la ciudad y regresamos al coche. Tantos días de
actividad comienzan a pasar factura y estamos cansados de estar todo el día en
ruta así que, tras pasar por un supermercado a comprar varias cosas que
necesitamos, regresamos a nuestra gité a descansar.
Día 9
Bosque de Broceliande y espada de Excalibur
Noveno día de viaje en nuestra ruta con niños en coche por Bretaña y Normandía. Salimos de nuestro alojamiento, situado en el pequeño pueblo de Sainte-Anne-sur-Vilaine con destino al pueblo de Paimpont, en el bosque de Broceliande, a una hora de camino. Llegamos sobre las diez de la mañana y nos dirigimos directamente a la oficina de turismo, donde cogemos el mapa del lugar.
Por la zona se pueden realizar muchas rutas de senderismo.
Nosotros elegimos comenzar por la abadía y dar la vuelta al estanque de
Paimpont. Apenas hay gente así que lo hacemos prácticamente solos. Durante el
sendero cogemos un desvío que nos lleva a la gruta Notre-Dame de Paimpont, un
idílico lugar para la meditación. Tras un par de fotos al lugar volvemos al
sendero principal y continuamos la ruta bordeando el estanque de la Abadía de
Paimpont hasta llegar de nuevo al pueblo. En total tardamos sobre una hora en
hacerla.
Aquí os dejo información sobre la ruta.
De nuevo en el punto de inicio de la ruta volvemos al coche
para dirigirnos a la siguiente parada del día: Excalibur. Mi hijo es un
amante de las espadas y no podíamos dejar pasar la ocasión de intentar sacar a
la famosa espada de la roca donde está incrustada.
Excalibur se encuentra en el mismo bosque de Broceliante,
junto al lago de Trémelin. Desde Paimpont tardamos apenas un cuarto de hora.
Este lago alberga un centro de ocio con una pequeña playa de arena, un puerto
deportivo con actividades acuáticas, zona de picnic, un parque de tirolinas
espectacular y una zona de restauración. Nos encontramos niños de un casal
infantil realizando diferentes actividades en el parque, familias preparando
sus mesas de picnic, refrescándose en el lago y aprovechando el caluroso día.
Todo está muy limpio y cuidado.
Aparcamos en la primera zona de aparcamiento, que estaba
prácticamente llena. Más tarde, al salir, vimos que un poco más adelante hay
una segunda zona de estacionamiento mucho más grande donde no hay problema para
aparcar y está también junto al lago. Seguimos un sendero que sale del estacionamiento
y llegamos enseguida a Excalibur, donde ya se ha formado una pequeña cola de
personas para poder hacerse la foto con la espada. Esperamos nuestro turno y
hacemos la foto de rigor intentando extraer a Excalibur sin éxito. Tras varias
poses y muchas risas regresamos al coche.
Si hubiéramos tenido más tiempo nos habríamos quedado un
ratito más a disfrutar de la zona de tirolinas pero contamos con el tiempo
justo para llegar al alojamiento a comer y descansar. Mañana tenemos traslado
de gité y hemos de recoger un poco la casa y hacer las maletas, pero si
disponéis de tiempo en la zona, me llevaría el bañador y pasaría un ratito más
aquí. Os dejo el enlace a su web (https://www.lacdetremelin.com/)
Encontraréis toda la información sobre actividades y rutas en el bosque de Brocéliande en su web.
CONTINUAR RUTA POR BRETAÑA
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