Tolli Indoor y Laacher See




Ayer fue un día dedicado a la cultura y a la naturaleza así que hoy lo dedicaremos a la diversión infantil. Nos acercamos a la ciudad de Mayen, donde encontramos el centro recreativo infantil Tolli Park. Los niños lo pasaron el grande en este parque de juegos gigante con zona exterior e interior y subieron varias veces a todas las atracciones. Lo tienen todo pensado para pasar un gran día en familia. Su restaurante/cafetería ofrece varias opciones de menú infantil, entre las que no puede faltar el Bratswurt y dispensadores de bebidas (Coca cola, agua, limonada, etc.) gratuita al alcance de los usuarios. Sólo se ha de abonar 50 céntimos para comprar un vaso de plástico, que luego te puedes llevar a casa, y tienes bebida ilimitada. Muy económico y se agradece porque los niños no paran de dar viajes a los surtidores para reponer líquidos. Nosotros optamos por la opción Bratswurt y patatas fritas y comimos en una de las muchas mesas de picnic que tienen en la zona interior junto a la cafetería. Los niños devoraron todo en cinco minutos porque querían seguir jugando con unas piezas de Lego gigantes. Se pasaron un buen rato construyendo paredes de colores. Luego visitamos los ponys y cuando ya estuvieron cansados de tanto jugar nos fuimos.


Ahora era el turno de los papis. Nos apetecía estirar las piernas y pasear al aire libre. Así que nos dirigimos a  Laacher See, muy cerca de Mayen. Un lugar espectacular y muy tranquilo. Situado a unos 40 km al sur de la ciudad de Bonn, en la región volcánica de Eifel. Esta caldera es el lago más grande de Renania-Palatinado. La peculiaridad de este lago es que bajo él, a 630 km de profundidad, duerme un gigantesco volcán de 1.605 km2 que, según los expertos, entra en erupción cada 10.000 a 12.000 años y ya hace 12.900 de su última erupción. Hasta ahora el volcán se ha considerado extinto, pero eso no significa que no pueda activarse de nuevo. De momento puedo dar fe que se mantiene tranquilo y apacible.


El Laacher See es una de las posesiones de la cercana abadía benedictina de Santa María Laach y se utiliza como zona de recreo para la natación, vela, senderismo (hay infinidad de rutas de senderismo alrededor del lago, para los amantes del trekking.) y acampada. A su alrededor encontramos un mini golf, club de vela y de surf, un camping, una caseta que alquila barcas para disfrutar de la experiencia de navegar sobre un volcán... No es de extrañar que todo este entorno atraiga a miles de turistas.

Cuando llegamos junto a la abadía, lo primero que encontramos es una  enorme zona de aparcamiento. De pago, claro. Creo recordar que eran 2 euros. Dejamos el coche y nos acercamos por un sendero peatonal hasta el lago. Es muy relajante contemplar el agua tan tranquila pero, a su vez, resulta inquietante imaginar que en un futuro cercano esta misma agua pueda entrar en ebullición y el volcán que duerme bajo ella entre en erupción de nuevo.

Tras dar un paseo alrededor del lago, nos acercamos a la abadía, rodeada hoy por decenas de paradas ambulantes que venden productos artesanos de la zona (vino, queso, embutido), pero también artistas que exponen sus cuadros.

En definitiva, la región de Mosel, que mañana abandonamos, es un destino familiar ideal donde se pueden practicar otras muchas actividades al aire libre rodeados de naturaleza y tranquilidad: hípica, ciclismo, rutas en BTT, senderismo nórdico, golf, paseos en canoa, paracaidismo, escalada, natación. También es un lugar perfecto para los amantes del vino, pues es una región famosa por sus riesling.  Nos han quedado muchos lugares pendientes de visitar así que volveremos seguro.



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