Bad Münstereifel y Lago Zülpich



Hoy nos trasladamos de apartamento. Madrugamos, cargamos las maletas en el coche y emprendemos ruta hacia Bad Münstereifel, en el länder de North Rhine-Westphalia, a unos 80 km al norte de Lutzerath. La carretera pasa junto al circuito de carreras de Nürburgring (pueblo de Nürburg) y Satzvey para desayunar y visitar su pequeño castillo medieval del siglo XIV. Casualmente están en fiestas y está decorado con banderines medievales pero no podemos esperar a que abran. -son las nueve de la mañana- porque nos empieza a diluviar. Así que volvemos al coche y seguimos hasta la ciudad de Bad Münstereifel, donde nos alojaremos.



Bad Münstereifel es una pequeña ciudad medieval convertida en un mega centro comercial outlett. Sus antiguas casas, decoradas con el típico entramado de madera en sus fachadas, albergan en su interior todo tipo de comercios donde comprar a muy buenos precios.. Lástima que hoy está cerrado al ser día festivo (15 de agosto). Es temprano todavía (no son ni las doce) así que damos un paseo por el pueblo y aprovechamos para comer en una pizzería.

Ha dejado de llover y parece que el día mejora. No podemos entrar en el apartamento hasta las cinco de la tarde así que decidimos volver al coche y hacer una pequeña excursión al cercano pueblo de Zülpich.

Zülpich se visita en seguida. Lo más llamativo es su muralla romana y las cuatro puertas de entrada a la ciudad.  Caminamos por el sendero ajardinado que rodea el pueblo y en media hora Zülpich está visto. Apenas hay gente por sus calles. Está desierto. Así que nos acercamos al Zülpicher See o también llamado Wassersportsee Un lago artificial dedicado al ocio que dispone de un enorme aparcamiento.  Así los niños pueden correr a gusto.


La entrada a recinto del lago es gratuita. Junto a las puertas de acceso hay unos lavabos públicos y una gran zona recreativa ajardinada para que tanto niños  como adultos puedan disfrutar de un día al aire libre. Vemos una exhibición de cetrería, una zona infantil con columpios, un barco pirata donde los niños pueden jugar, un huevo gigante para escalar, hamacas donde descansar, un gimnasio al aire libre, una pequeña playa de arena abierta al lago que invita a tumbarse y relajarse, un puerto deportivo que ofrece alquiler de patines, y una cafetería donde tomar algo en este entorno idílico. El lago tiene una superficie de 85 hectáreas y en él se puede practicar deportes acuáticos: natación, vela, surf, buceo y pesca… pero también es ideal para correr o ir en bici. Hoy en concreto está muy concurrido. Hay centenares de coches aparcados. Todo el pueblo parece estar aquí. Se celebra una competición de triathlón y los  participantes en la carrera están corriendo alrededor del lago. Tienen una zona habilitada con las bicis preparadas para la siguiente etapa.  Se respira un ambiente muy sano y cívico. Todo está limpio y bien cuidado.  Estamos muy a gusto.


Durante el paseo encontramos una zona de césped con decenas de piezas de construcciones de colores a disposición de los niños, para que se entretengan y utilicen su imaginación para construir casas gigantes y, junto a él, un minigolf. Ha sido una gran idea venir.

Ya son las cinco de la tarde, hora de buscar el apartamento, descargar e instalarnos. Las fotos de Internet no le hacen justicia. Es genial. La vivienda es grande y acogedora, la terraza perfecta para comer al aire libre y con un enorme jardín con columpios y cama elástica para los niños. En cuanto los niños lo ven, salen a jugar entusiasmados. Los dueños son una pareja joven muy atenta y agradable con dos niños pequeños y ponen a disposición de los huéspedes  juguetes, patines, bicis… Un lugar ideal para pasar unas vacaciones en familia.  

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