El destino del día está a una hora de coche de nuestro
alojamiento y a 74 kilómetros de distancia. Visitaremos el valle de Ötztal. Una
ruta de senderismo por la montaña para tener como recompensa final las vistas
desde la cima de la cascada más grande del Tirol, la Stuibenfall, con su
impresionante caída de 159 metros.
Llegamos a
Ötztal sobre la hora prevista, las nueve de la mañana. En realidad llegamos
media hora más tarde porque nos perdimos. No supimos ver el desvío a la cascada
y acabamos en un mirador en lo alto de la montaña. Bajamos de nuevo por una
carretera de curvas y esta vez sí llegamos a una gran esplanada donde dejamos
el coche. Está en la entrada al pueblo de Umhausen y se llama aparcamiento
Bischofsplatz. Tanto el aparcamiento como la cascada son gratuitos.
Desde el
mismo aparcamiento sale el sendero que conduce a la cascada. Primero pasamos
junto a una zona de ocio llamada Badesee Umhausen, un centro de ocio que tiene
piscinas exteriores similares a lagos artificiales de fondo verde y un
restaurante. Seguimos por el camino “Am Tauferberg”. Pasamos junto a un poblado
arqueológico y un parque de aves y continuamos el sendero que nos conduce al
río. El sendero discurre siempre paralelo al agua y subimos la pendiente cada
vez es más pronunciada hasta llegar a una zona de picnic donde poder sentarse a
descansar y almorzar los bocadillos. El área de descanso cuenta con varios
cubos de basura y te ofrece unas vistas espectaculares de la cascada. Sin
embargo, las mejores vistas estarían por llegar.
Aquí
empezamos a encontrarnos a algunos senderistas. Familias con niños pequeños a
las espaldas, pero también personas mayores que están en mejor forma que
nosotros por el ritmo tan acelerado que llevan. Seguimos subiendo por una
escalera natural excavada en la montaña hasta que llegamos a un puente colgante
metálico de 80 metros de largo que conduce a unas escaleras metálicas de 700 escalones,
que te llevan a la cima de la cascada. Es todo un reto dar el primer paso a la
pasarela. Se mueve y las gotas de la cascada te salpican la cara. Sin embargo
no hemos llegado hasta aquí para quedarnos sin subir hasta el final. Así que
damos los primeros pasos por el puente y poco a poco vamos subiendo. El tráfico
de excursionistas que suben y bajan la escalera empieza a ser denso. Suerte que
durante el camino hay varios miradores donde parar y poder acercarte a la
cascada a refrescarte. Ante nosotros aparece un arco iris y los niños gritan de
alegría. Llegamos a la cima sobre las 11:30h y contemplamos la caída de la cascada
bajo nuestros pies desde la plataforma metálica que hay en la parte más alta
que nos ofrece unas vistas espectaculares.
Nos
apartamos un poco del camino y almorzamos un plátano para reponer energías
mientras contemplamos algunos escaladores que están realizando la vía ferrata
que pasa junto a la cascada. Esta vía ferrata tiene una longitud de escalada de
450 metros.
El descenso
es mucho más fácil. Deshacemos el camino recorrido y llegamos al inicio del
sendero en apenas media hora, la hora perfecta para comer en el restaurante del
pequeño lago de baño Umhausen una pizza enorme y deliciosa. Me ha encantado la
excursión pero sobretodo estoy orgullosa de haber conseguido acabarla ya que no
estamos en muy buena forma física y no estamos acostumbrados a estos trotes
pero los hacemos porque la naturaleza te invita a hacerlo. Te apetece
disfrutarla.
Tras la
comida toca decidir qué haremos esta tarde y la verdad es que, aunque tenía
muchas ideas pensadas, como hacer una segunda excursión por este valle para
visitar el puente colgante que hay en la siguiente localidad. La verdad
es que si hoy hago otra excursión de subir y bajar montaña acabaremos agotados
así que decidimos volver a Innsbruck y, de camino, parar en el Area 47, el parque
de atracciones extremas al aire libre más grande de Austria. El parque se
encuentra muy cerca de la autopista A12 dirección a Innsbruck, debéis dejar la
autopista en la salida Haiming-Ötztal (Ötztzaler Gletscher) y cuando lleguéis a una rotonda
veréis ya las indicaciones al parque.
El parque
está un poco escondido y no se ve desde la autopista porque está oculto por la
vegetación pero es un parque ideal para jóvenes ávidos de emociones fuertes. Mi
hijo mayor se quedó con las ganas de entrar al verlo, pero no era esta la
intención. Al menos en este viaje, pero os dejo algunas imágenes del lugar por
si os animáis a visitarlo. En él podéis bajar por aguas bravas haciendo
ráfting, saltar desde trampolines de alturas de vértigo, practicar escalada
bajo un puente, convertirte en proyectil humano, bajar por toboganes casi
verticales, subir a un columpio con caída libre, hacer el circuito de cuerdas
altas más alto de Austria, canonball, ciclismo de montaña… Si buscáis adrenalina
y emociones fuertes este es vuestro parque.
Terminamos
el día haciendo las maletas y recogiendo el apartamento. Mañana seguimos
nuestra ruta por el Tirol y para ello nos trasladamos de alojamiento. Próximo
destino: Fieberbrunn.
Podéis encontrar más información sobre estos lugares en:
Stuibenfall Umhausen - Ötztal, Tirol, Austria y
AREA 47: el parque de atracciones al aire libre más grande de Austria
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