Paramos en Fulpmes y aparcamos en
una gran esplanada junto a la estación de teleférico Schlick 2000. La excursión
de hoy no la tenía muy preparada. Sólo sabía dónde quería llegar pero no el
camino a seguir.
Senderismo por la estación de montaña de Telfes im Stubai
Quería
llegar a una zona de juegos con casitas en los árboles pero no quería coger el
funicular para llegar. La idea era hacer senderismo y subir y bajar la montaña
caminando. Junto al funicular vimos un mapa con las diferentes rutas y tras un
primer intento fallido, dimos con el camino correcto de ascenso. La pista era
amplia y en una hora llegamos a un claro desde el que pudimos contemplar las
vistas del pueblo de Fulpmes. Desde allí, el camino serpenteaba bordeando una
granja y nos adentramos de nuevo en el bosque. Enseguida vimos la primera
casita del árbol y los niños corrieron hacia ella.
Me encantan las zonas infantiles de este país. En medio del bosque, y cada ciertos metros, encontramos una casita del árbol diferente con zona de juegos en su interior donde los niños pueden escalar, subir escaleras, bajar rampas, lanzarse por tirolinas... todo al aire libre y de manera gratuita. Los niños se lo pasan en grande entrando y saliendo de las casitas de gnomos, subiendo y bajando por las cuerdas…
Todo este complejo de construcciones de madera se llama Stubai Tree House Trail At Schilick 2000. Hemos tardado en llegar unos tres cuartos de hora a ritmo tranquilo. Junto a la zona de juegos hay una posada de montaña donde comer. El sendero sigue un poco más hasta el Panoramasee.
Sobre las doce del mediodía llegamos a la estación intermedia del funicular, donde hay un restaurante donde parar a retomar fuerzas. Pasamos junto a él y, tras hacer un intento de seguir la excursión por el sendero Schlicker Scheibenweb hasta el lago que hay en la cima, el cansancio nos puede y desistimos. Eso sí, antes de iniciar el descenso al coche, aprovechamos para coger energías comiendo un buen schnitzel con patatas fritas en la posada alpina y disfrutando de las excelentes vistas. (BergrestaurantBruggeralm)
Durante
nuestro descenso de la montaña por una pista de tierra nos encontramos con
vacas pastando tranquilamente en la pradera. Todavía era temprano. En un principio,
la idea era coger el coche y adentrarnos en el valle de Stubai para visitar la Grawa
Wasserfall Stubaital. Sin embargo, preferimos aprovechar que era temprano, eran las dos del mediodía, y probar suerte en el Sommerrodelbahn de Mieders, situado muy
cerquita, a apenas 5 kilómetros. Había leído que siempre tenía largas colas y
quizá a esta hora estaría más vacío. Y la verdad es que acertamos.
Trineo de verano de Mieders
Aparcamos
junto a la taquilla del Sommerrodelbahn (Alpine Slide) y subimos en telecabina
hasta la estación de montaña de Mieders. Junto a la estación encontramos una
zona de juegos infantil, un pequeño lago y la estación del trineo de verano. Si
dispusiéramos de más tiempo nos habríamos quedado un ratito en la montaña
disfrutando de su zona de juegos infantil o tomando algo en su restaurante pero
queremos aprovechar este buen día así que vamos directos al trineo. Tenemos
suerte y apenas hay una docena de personas en la cola así que, en seguida podemos
montarnos. El precio total por cinco personas fue de 61 euros. Incluye la
subida en teleférico y la bajada en el trineo. El horario es de 9 a 16h.
Los menores
de diez años han de montar acompañados de un adulto. En nuestro caso que
viajamos con dos niñas de ocho años hemos de compartir trineo y mi marido se
sube con una niña y yo con la otra. Mi hijo, que ya tiene doce años, puede
bajar solo sin problemas. El mecanismo es muy sencillo. Una palanca te ayuda a
acelerar o frenar durante el descenso. Subimos al trineo, nos colocamos en
posición y comenzamos el descenso, que dura unos diez minutos. Bajas a gran
velocidad, circulas por un único raíl y has de reducir la velocidad en las curvas por precaución. Es toda una experiencia.
Relax en la piscina termal Stubay Saunaparadies
Todavía tenemos toda la tarde por delante y con este día soleado apetece un buen baño así que regresamos a Fulpmes para disfrutar de sus piscinas y relajarnos tras la excursión matinal. El centro se llama Stubay Saunaparadies y pasamos allí un par de horas en sus aguas templadas y sus toboganes acuáticos.
La parte exterior no apetece mucho, la verdad. A pesar del espléndido día la temperatura no acompaña para tomar el sol en bañador. Sin embargo las piscinas están climatizadas y se está muy a gusto dentro del agua. En el interior del recinto, una piscina donde poder practicar natación, hamacas donde poder relajarse y toboganes para los más atrevidos.
Sobre las siete de la tarde cuando abandonamos Fulpmes y volvemos al apartamento a cenar y descansar en nuestra terraza con vistas.
PLANES CON NIÑOS POR EL TIROL
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