La excursión de nuestro segundo día en Alta Saboya es a
Chamonix-Mont-Blanc, una de las estaciones de esquí más antiguas de
Francia. punto de partida para llegar al glaciar, la Mer de Glace (el mar de hielo). Desde Annecy, el pueblo en el que nos alojamos durante el viaje, nos
separan unos 100 km.
Madrugamos y llegamos a Chamonix a las nueve y media de la mañana.
El Montblanc domina el paisaje. Sus imponentes 4810 metros de altura se
alzan por encima del resto de montañas, siendo el punto más elevado de
Europa Occidental y uno de los más altos del resto de Europa. Su cima está
nevada, incluso en pleno mes de agosto.
Estacionamos el coche sin problemas en un gran aparcamiento público que
hay en el centro del pueblo y directamente nos acercamos a la taquilla de
la estación de tren. Sin apenas gente haciendo cola compramos los billetes del tren rojo que nos elevará hacia la propia
lengua del glaciar, en Montenvers. El tren nos espera en el
andén.
Nos sentamos en sus bancos de madera, junto a la ventana para contemplar el paisaje durante el ascenso e iniciamos el viaje de 20 minutos. Las vistas durante el recorrido son preciosas y tomamos consciencia de la altura a la que estamos subiendo. Chamonix está a una altitud de 1042 metros y la estación de Montenvers a 1913 metros sobre el nivel del mar. Conforme nos acercamos a la estación divisamos ya la lengua del glaciar. A primera vista parece que sólo vemos tierra caída desde las montañas pero bajo esta tierra se esconde una enorme lengua de hielo.
Desde el andén de la estación de Montenvers llegamos a un espectacular
mirador con vistas a la Mer de Glace y a cimas como Les Drus (3754m), Les Grands Jorasses (4205m) y la Aiguille du
Grepon (3482m). Comenzamos el descenso a su lengua por un estrecho sendero de tierra
salpicado de piedras (este tramo del descenso también se puede hacer en
telecabina) con señalizaciones que indican la bajada del nivel de hielo a lo largo de los
años, concretamente desde 1909, y la verdad es que es preocupante. En un siglo
el nivel del hielo ha bajado de manera espectacular debido al calentamiento
del planeta y al cambio climático. El hielo se derrite y es una pena que en
pocos años nuestros hijos no puedan ver este fenómeno natural porque ya no
existirá. Ni este glaciar ni otros muchos que se derriten a pasos agigantados
en todo el planeta.
Conforme bajamos por las escaleras metálicas y nos acercamos más al glaciar
contemplamos con claridad las paredes heladas de la lengua y empezamos a
notar el fresco que supone estar tan próximos. Hasta ahora vamos en manga
corta porque el día es soleado pero en las mochillas llevamos sudaderas y
cortavientos. Así que este es el momento de sacarlos y abrigarnos.
Dentro de la gruta encontramos varias esculturas heladas y paneles
informativos de la evolución del glaciar a lo largo de los años. El
recorrido es corto, unos 70 metros y se hace enseguida. Una vez fuera nos
quitamos la ropa de abrigo y comenzamos el ascenso por las escaleras
metálicas. Para el tramo final subimos en un telecabina que nos deja de
nuevo en el mirador. El tren rojo nos espera en el andén. Subimos y
regresamos a Chamonix.
El tren cremallera de Montenvers está en funcionamiento desde 1908. Al margen de la Mer de Glace, este tren nos permite acceder a
un espectacular mirador natural
desde el cual podremos contemplar grandes cimas de la zona como son Les
Drus (3.754 m), Les Grandes Jorasses (4.205 m) y Les Grans Charmoz
(3.842 m)
El glaciar de la Mer de Glace tiene una superficie de 40 Km cuadrados, una longitud de 7 kilómetros y una profundidad de 200 metros, que le han llevado a ser el glaciar más grande de Francia. El ancho
del glaciar oscila entre 700 y 1.950 metros y su grosor medio es de 200 metros
pero en algunos puntos llega a superar incluso los 400 metros.
El desnivel de Mer de Glace es de 2.500 metros
que van desde los 3.900 metros de su cota máxima hasta los 1.400 metros
que alcanza en su parte más baja. Los glaciares son fenómenos vivos que
se mueven constantemente y la Mer de Glace no es una excepción. Este
glaciar avanza una media de 90 metros al año. La Mer de Glace está compuesta por cuatro glaciares distintos que acaban unidos. El glaciar de Leschaux en su parte superior, el glaciar de Tacul que
se une el la Vallée Blanche y los glaciares de Géant y de Talèfre. Hasta
el año 1820 la Mer de Glace era visible desde el pueblo de Chamonix el
glaciar poco a poco ha ido retrocediendo.
Cirque du Fer-à-Cheval
Tras la comida, nos despedimos del Montblanc y nos dirigimos a otro espectáculo de la naturaleza, el Cirque de Fer-a-Cheval, situado en la Reserva Natural de Sixt-Passy. Es una pared vertical en forma de semicírculo de 70 metros de altura de la cual emanan diferentes cascadas. Nos tumbamos en el césped para poder disfrutar del paisaje y paseamos junto al margen del río.
Si se dispone de tiempo se pueden hacer rutas de senderismo por la zona. Me
lo apunto para la próxima ocasión, cuando podamos hacer largas excursiones
por la montaña. Hoy se nos ha hecho tarde y todavía nos quedan casi
dos horas de trayecto hasta Annecy.
Mapa de ruta:
Distancias: De Annecy a Chamonix: 101 km De Chamonix a Cirque du Fer-à-Cheval: 71 km De Cirque du Fer-à-Cheval a Annecy: 88 km |
EXCURSIONES CON NIÑOS ALREDEDOR DEL LAGO LEMAN





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