Austria_Llegada a Innsbruck

 

Como cada viaje, salimos de casa a las 4:30 de la madrugada y llegamos a Ginebra sobre las dos del mediodía. Son 782 km. Hemos reservado un hotel Ibis en Ginebra y en cuanto llegamos hacemos el check-in, descargamos maletas y descansamos un poco.

La tarde la dedicamos a pasear por Yvoire, un pueblecito medieval a orillas del lago Lemán que ya habíamos visitado hace unos años y del que conservamos un bonito recuerdo. Allí paseamos por sus callejuelas empedradas, por su puerto de pescadores y nos compramos un helado disfrutando de una bonita vista del lago.



Ya de regreso en el hotel, cenamos en una hamburguesería y nos acostamos temprano. Mañana toca madrugar de nuevo.


Llegada a Mutters

Nos levantamos temprano y retomamos el viaje hacia nuestro destino, el pueblo de Mutters. En Ginebra compramos la vignette. Circulamos siempre por autopista y sin apenas tráfico así que los kilómetros pasan rápido. Sobre las doce del mediodía estamos cruzando la frontera austríaca, no sin antes parar a comprar también la vignette del país, que nos permitirá circular libremente por sus autopistas. Pasamos por infinidad de túneles hasta llegar a nuestro destino, Innsbruck, sobre las dos del mediodía. Hemos recorrido una distancia de 565 km en unas 6 horas, parando únicamente para repostar.



Paramos primero en Innsbruck para comer algo. Al ser destino turístico encontramos restaurantes abiertos aún a las tres de la tarde así que comimos en una pizzería del centro de la ciudad. Hemos de entrar al apartamento a partir de las 16h así que no tardamos mucho en regresar al coche. Queremos hacer la compra antes de entrar al alojamiento así que nos abastecemos en el Lidl de la ciudad y buscamos la dirección del alojamiento, una casita en las afueras de Innsbruck.

Nuestro primer alojamiento estaba en Mutters, un pueblo situado al sur de Innsbruck que ofrece una gran variedad de actividades deportivas y que hemos comprobado que es un destino ideal para ciclistas, senderistas y familias. Me hubiera gustado elegir un apartamento en el valle de Stubai pero los precios eran mucho más elevados y la verdad es que las fotos del apartamento me convencieron a la hora de elegirlo.

Si os interesa, el apartamento se llama Landhaus Peer y os lo recomiendo al 100%. Lo reservamos a través de Booking, al igual que el resto de alojamientos de nuestros viajes.



Emplazado al final de una pequeña calle a las afueras del pueblo, en una zona residencial y ante un gran maizal, el apartamento era impecable. Estancias muy amplias, mobiliario moderno, una terraza con unas vistas espectaculares y a muy buen precio. El apartamento está en la primera planta y la casera vive en la planta baja de la casa. Además, la dueña, muy amable, nos tomó los datos para rellenar la tarjeta de la región (Welcome Card). Esta tarjeta está incluida en el precio del alojamiento y te la entregan cuando pasas tres o más noches en la región. Te ofrece acceso a varios funiculares de la zona y reducción en diferentes actividades (piscinas, lagos, museos, etc) y la tendremos activa a partir del día siguiente. He de decir que en un primer momento no pensaba utilizarla. Había planificado las excursiones y no contaba con las actividades incluidas en la tarjeta pero finalmente sí la utilizamos para hacer una excursión a Muttereralm Berg. Teníamos la estación de funicular a escasos metros y era una pena no aprovechar que era una actividad gratuita que nos ofrecería bonitas vistas de Innsbruck.

Una vez instalados y con la despensa llena, dimos un paseo por Innsbruck. Mi marido y yo ya la habíamos visitado años atrás pero para los niños era una novedad así que callejeamos por su centro histórico y por su paseo fluvial. Terminamos el día echando unos tiros a canasta.

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