Grossglockner y Wild & Freizeitpark Ferleiten


Si váis por la región de Salzburgo es una excursión obligada. Una carretera panorámica con infinidad de paradas en el camino para poder hacer fotografías del paisaje. A los peques les encanta y el recorrido está muy bien pensado para las familias. Si tenéis suerte podéis ver marmotas o tocar nieve en pleno verano.

Si compras la Salzburgerland Card, entre sus actividades gratuitas  puedes elegir entre pasar 24 horas en Salzburgo, entrando gratis a sus museos, fortaleza, o bien el peaje por coche a esta carretera panorámica. Nosotros ya habíamos visitado Salzburgo y queríamos que los niños vieran un glaciar con sus propios ojos, ya que en unos años ya no quedarán pues se derriten a un ritmo preocupante debido al calentamiento del planeta. 
















La previsión metereológica augura un día soleado así que decidimos que es el día perfecto para hacer esta excursión. Preparamos unos bocadillos para el camino y salimos a las nueve de la mañana hacia Grossglockner!! Muchos otros turistas han tenido la misma idea y se forman colas de acceso al peaje. Además de coches y autocaravanas, muchos motoristas, ciclistas comienzan el ascenso por la carretera de alta montaña. Los ciclistas han de estar muy en forma. La subida es dura y tienen toda mi admiración.

La carretera alpina de Grossglockner-Hochalpenstrasse es la más famosa de Austria. Situada en la región de Carintia y Tirol Oriental, atraviesa el parque nacional de Hohe Tauern, y en sus 48 km de recorrido la carretera supera un desnivel de 1500 metros, alcanzando la Kaiser-Franz-Josefs-Höhe, a una altitud de 2369 metros. Es considerada una de las rutas de montaña más bellas del mundo.  Completada en 1935, recorre los viejos puertos de montaña existentes entre Bruck (Salzburgo) y Heiligenblut (Carintia) y forma parte de la ruta que conecta Bavirea con Italia.

En el peaje te obsequian con un plano de las paradas que puedes hacer durante el ascenso. La carretera serpentea por encima de profundos barrancos y ofrece unas vistas espectaculares. Nosotros paramos en Piffkar, a 1620 m, con columpios para los niños, en Hochmais, a 1850 m que cuenta con un museo, un pequeño parque infantil con zona de picnic y con un mirador precioso En un tramo del ascenso incluso pudimos ver restos de nieve. Así paramos junto a la carretera y nos acercamos para que los niños pudieran jugar un rato. 



Tras unas cuantas curvas y varios túneles llegamos a Kaiser-Franz-Josefs-Höhe, con vistas al glaciar Pasterze y al Grossglockner, la montaña más alta del país, de 3798 metros de altitud. Aquí el día ha empeorado y una nubes grises se ciernen sobre el pico más alto de Austria. No nos costó aparcar en el inmenso aparcamiento cubierto de la estación. Una vez allí, sacamos unas fotografías del glaciar, el mayor de los Alpes orientales, y nos dispusimos a comernos los bocatas en un banco con vistas. Nos planteamos el bajar hasta el pie del glaciar pero enseguida vimos que no era buena idea. El Großglockner gletscherbahn baja parte del recorrido pero todavía queda un gran tramo hasta llegar a tocar el glaciar. Con niños no nos atrevemos. Así que damos un paseo por la estación y, junto a la tienda de recuerdos, descubrimos un túnel que decidimos seguir. El Gamsgrubenweg. Es un túnel muy largo, con escasa iluminación, que atraviesa la montaña. Consta de varios tramos, unidos entre ellos por pequeños balcones que te permiten ver el Grossglockner y cómo te acercas al glaciar. Sus instalaciones de luz y sonido en el túnel cuentan las historia de los orígenes del Pasterze, el glaciar más grande de los Alpes orientales y nos conducen al área de preservación especial en Wasserfallwinkel.



Nosotros llegamos hasta el final, donde el túnel termina y el camino continúa a cielo abierto. Si vais con niños, cogedlos en este tramo de la mano porque no hay barandillas y es fácil que pudieran caer por el barranco. Nosotros decidimos regresar porque el día está empeorando, hace frío y amenaza lluvia.

Para hacer esta excursión es imprescindible traer ropa de abrigo y un chubasquero aunque sea verano. Aquí la temperatura es gélida. Nosotros llevamos unos leggins bajo los pantalones, camiseta de manga larga, sudadera y chubasquero. 

Antes de regresar al coche pasamos por la enorme tienda de recuerdos y nos volvemos a asomar al mirador para despedirnos del Grossglockner y ver por última vez el glaciar. Justo en el momento que nos asomamos, por suerte, llegamos a ver una marmota a pocos metros de la barandilla. Pensábamos que no veríamos ninguna y la verdad es que fue una visión fugaz, porque se escondió enseguida, pero fue la guinda final de la excursión. 

Eran las tres de la tarde cuando emprendimos el regreso, disfrutando de nuevo del hermoso paisaje y descubriendo rincones que nos habían pasado desapercibidos en la subida.



Ya en el peaje, sin tráfico ya para acceder a la carretera, y sí un gran olor a goma de neumático quemada, hacemos la última parada del día. Los niños se han portado muy bien estando tantas horas en coche y creemos que se merecen un rato de juegos y diversión. Así que entramos en el Wildpark Ferleiten. Un parque de animales en semilibertad que cuenta con una zona de atracciones anexa.

La entrada a Ferleiten es gratuita con la Salzburgerland Card. En taquillas nos facilitan un plano del parque y comenzamos la visita. La idea es similar al parque Klotti (Cochem) pero a pequeña escala. Entre los animales que encontramos hay: ciervos, ponys, conejos, cabras enanas, osos, lobos o jabalíes. A los niños les encanta dar de comer a los conejitos y pueden corren libremente por el recinto.

El parque no es muy grande pero está limpio y bien mantenido. Además, ofrece unas preciosas vistas de las montañas. Tras la ruta circular, en la salida, junto a la taquilla, se accede a la zona de las atracciones infantiles.Pensamos que entraban también con la Salzburgerland Card y que formaban parte del Wildpark pero no. El acceso es libre y aunque algunas atracciones sí son gratuitas (como el castillo hinchable o los flotadores gigantes), otras funcionan con monedas. Son atracciones orientadas a un público básicamente infantil (de 3 a 12 años), pero para pasar un ratito después de tanta carretera está muy bien. 

Sobre las cinco de la tarde abandonamos Ferleiten para volver a nuestro apartamento. Estamos cansados y aún hemos de parar en el supermercado a comprar algo para cenar. Ha sido un día muy completo y hemos tenido suerte. El día se ha mantenido sin lluvias. A ver cómo amanece mañana….


Próxima parada:   Valle de Gastein y Alpentherme


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