Al salir a las seis de la mañana de Bad Wörishofen y evitar la hora punta de entrada a Münich, llegamos sin contratiempos a las nueve de la mañana al pueblo de Berchtesgaden. Durante todo el trayecto había diluviado y el tiempo en esta zona continuaba gris y lluvioso. Una densa niebla lo cubría todo y apenas podíamos ver las montañas que nos rodeaban. Una pena porque en un día claro el paisaje debe ser espectacular.
El Parque Nacional de Berchtesgaden ofrece infinidad de actividades para todas las edades. Rutas de senderismo, lagos de aguas cristalinas, minas de sal y cuevas de hielo, lugares históricos… y necesitaríamos unas días en la región para poder hacer algunas de ellas. Nosotros no disponemos de ese tiempo así que hemos de intentar visitar lo más destacable en una única mañana. Nos acercamos hasta Schönau am Königssee, para navegar por su precioso lago de aguas cristalinas.
Aparcamos sin problemas en el enorme aparcamiento que hay junto a la oficina de turismo del pueblo, a orillas del Königssee (Lago del Rey) y nos dirigimos directos a las taquillas para comprar los billetes de barco que nos llevarían a la Iglesia de Sant Bartolomé. Hay varios billetes a escoger en función si deseas llegar únicamente llegar a Sant Bartolomé, o bien prefieres llegar hasta Obersee (lago Superior) situado a 600 metros al sudeste del lago del Rey o bien realizar las dos paradas. Nosotros, en vistas del día, preferimos quedarnos con el billete de ida y vuelta únicamente a Sant Bartolomé. La niebla seguía sin levantarse y amenazaba con llover en cualquier momento así que preferimos no arriesgarnos, teniendo en cuenta que disponíamos sólo de unas horas para visitar la zona y teníamos una segunda parada obligada en mente. Si el día hubiera amanecido soleado, no habríamos dudado en llegar hasta Obersee e incluso nos habríamos dado un chapuzón (había soñado con esto último mientras estaba organizando todo el viaje).
El barco apenas tardó en salir. Iba lleno. Varios grupos de turistas japoneses, alemanes y nosotros. Nos sentamos junto a las ventanas del barco con la esperanza de ver aclarar el día. Avanzamos entre dos imponentes paredes de las que no atisbábamos la cima. El silencio era absoluto y el lago estaba totalmente en calma. El barco es eléctrico para evitar la contaminación del agua y apenas hacía ruido. Sólo hablaba nuestro guía, explicando la historia del lago. En un momento dado incluso tocó la trompeta para enseñarnos el eco entre las montañas.
El Köningssee es un lago de origen glaciar de 190 metros de profundidad máxima y de 5,2 kilómetros cuadrados rodeado de montañas. Es el tercer lago más profundo de Alemania. La belleza del lago y de su costa fueron el impulso para la creación del Parque nacional de Berchtesgaden, que incluye la mayor parte del área del lago. En el lado oeste se alza la pared este del monte Watzmann, la tercera montaña más alta de Alemania.
Muchos turistas se alejan para iniciar rutas de senderismo con sus mochilas y botas de montaña y otros se quedan haciendo fotografías al entorno como nosotros. Tras el paseo, regresamos al embarcadero y esperamos el siguiente barco de regreso a Berchtesgaden. No tarda mucho y en pocos minutos estamos navegando de nuevo por las tranquilas aguas del lago y contemplando la cascada (en el lado este) que baja por una de las paredes del acantilado, la Königsbach-Wasserfall. Un día soleado seguro que apetecería bañarse en sus heladas aguas con unas espectaculares vistas y desde el barco vemos personas que han llegado hasta allí para fotografiarlas de cerca y disfrutar del paisaje..
Ya en el muelle, regresamos al coche e iniciamos el ascenso al segundo objetivo del día: El Nido del Águila, aunque no tenemos muchas esperanzas de poder subir si la niebla continúa. Para llegar seguimos los paneles informativos que señalan el centro de documentación Obersalzberg (Dokumentationszentrum Obersalzberg), junto al cual está la estación de autobuses desde la que inician su recorrido los autocares que suben al Nido del Águila. Es la única manera de subir.
Junto a la estación hay varios aparcamientos donde dejar el coche aunque por la hora que es, las doce del mediodía, nos resulta difícil encontrar una plaza disponible. Finalmente lo conseguimos en uno de los aparcamientos más alejados y hemos de caminar un kilómetro para volver hasta Obersalzberg.
La niebla no se dispersa y, aunque los autocares sí que suben hacia la cima repletos de turistas, decidimos quedarnos a visitar el centro de documentación Obersalzberg, muy interesante para conocer lo que representó esta región durante el mandato de Hitler.
El área de Obersalzberg fue elegida por los nacionalsocialistas en la década de 1920 para descanso de sus líderes. Aquí se ubicó la residencia de montaña de Hitler, el Berghof. Berchtesgaden y sus alrededores (Stanggass) fueron seleccionados como puesto avanzado de la oficina alemana de la Reichskanzlei, (la Cancillería Imperial), lo cual selló el destino del área como un objetivo estratégico militar para las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Todavía es posible encontrar en el área algunas otras reliquias de la era nacionalsocialista, aunque sólo unos pocos de estos sitios sean conservados. El Kehlsteinhaus (El Nido del Águila), que fuera construido como regalo de cumpleaños de Hitler en 1939 y que ha llegado hasta nuestros días por una serie de circunstancias fortuitas, que lo salvaron de ser demolido. Todos los remanentes de las casas de antiguos líderes nacionalsocialistas como Adolf Hitler, Hermann Göring, Albert Speer y Martin Bormann fueron demolidos.
El centro es una exposición permanente del Instituto de Historia Contemporánea de Munich-Berlín, la cual fue encargada por el Estado Libre de Baviera e inaugurada el 20 de octubre de 1999. El Obersalzberg es un pueblo montañoso situado en las cercanías de Berchtesgaden que, desde la segunda mitad del siglo XIX ha atraído a mucho turismo. Hitler tuvo desde el año 1923 su casa de verano. El 30 de enero de 1933 Hitler fue elegido Canciller Imperial y en el verano de ese mismo año compró la casa Haus Wachenfeld, por la cual ya pagaba un alquiler desde el año 1928. Entre 1933 y 1936 remodeló la casa en dos fases, transformándola en una residencia impresionante, el Berghof.
La visita es muy pedagógica y a lo largo del recorrido, expuesto totalmente en alemán (en la entrada te ofrecen audioguías únicamente en alemán e inglés), se exponen más de 950 fotos, documentos, posters, filmes así como fragmentos auditivos, algunos de ellos inéditos, que se muestran por primera vez al público. A diferencia de instituciones similares (lugares conmemorativos en campos de concentración, museos del Holocausto, centros de documentación sobre el período Nazi), esta documentación no se limita solamente a la historia del lugar, sino, que entrelaza la historia de Obersalzberg con el surgimiento del Partido Nacional Socialista y su dictadura. Hasta ahora la documentación de Obersalzberg es, a nivel mundial, la única exhibición de su tipo que se ofrece permanentemente y que, a su vez, trata temas como el Obersalzberg; Der Führer, mito y culto al liderazgo; los personajes del régimen; el aparato del terror y exterminio; la política de las razas; la política exterior de Hitler; la Segunda Guerra Mundial; o el complejo de refugios.
La parte final de la visita puedes acceder al búnker subterráneo y recorrer los túneles que unían las diferentes residencias de Obersalzberg. La construcción del complejo comenzó en el verano de 1943. En el área central alrededor de Hitler's Berghof, surgió un complejo que funciona independientemente: una sede subterránea del Führer. Esto era desde donde se gobernaría el Reich y se libraría la guerra, en caso de que los edificios sobre el suelo fueran destruidos o si el Obersalzberg cayera temporalmente en manos enemigas. La parte central constaba de seis subsistemas, cada uno de los cuales estaba asociado con un edificio sobre rasante (Berghof Bunker, Vordereck Bunker o Command gallery, Bormann Bunker, Goering Bunker, SS gallery, Platterhof y Guesthouse Bunker). Los subsistemas estaban conectados entre sí por largos pasillos o escaleras, de modo que casi todos los edificios importantes eran accesibles bajo tierra. Solo el Búnker de Goering (la casa de Goerings y la dependencia) permaneció separado del resto del sistema debido a las rivalidades personales entre Bormann y Goering.
Cuando salimos del centro de documentación ya eran las dos del mediodía y no teníamos tiempo para más. Si hubiera salido un día despejado habríamos subido hasta el Nido del Águila como colofón final de la excursión para contemplar las impresionantes vistas del Königssee desde la cima pero tendremos que dejarlo pendiente para la próxima ocasión.
Sobre las tres del mediodía abandonamos Berchtesgaden con la idea de volver en un futuro a pasar unos días de vacaciones en la región porque ofrece infinidad de actividades para disfrutar de la naturaleza. Algunas de ellas, que nos quedaron pendientes de visitar por falta de tiempo son: las Minas de Sal (Salzbergwerk Berchtesgaden), el Nido del Águila (Das Kehlsteinhaus), el teleférico Jennerbahn (punto de inicio de varias rutas de senderismo), el lago Obersee e Hintersee, la cueva helada Schellenberg, o varias gargantas y piscinas públicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario