Stein am Rhein y Friedrichshafen


Estamos cansados. Hoy haremos una excursión corta para volver a comer al apartamento. Visitamos el pintoresco pueblo de Stein am Rhein, en Suiza, a 60 kilómetros. No madrugamos mucho y nos presentamos allí sobre las diez de la mañana.

Stein am Rhein

La población de Stein am Rhein, situado en el acceso al lago Untersee (uno de los brazos occidentales del Bodensee), es una joya de la arquitectura medieval. Se puede llegar a ella bien en coche o en barco, en un paseo de 20 kilómetros por el Rin en dirección este desde Schaffhausen.

Entramos a la ciudad por su parte baja y vamos subiendo su calle principal. Las casas, con sus entramados de madera, grandes letras anunciando el tipo de comercio. En la plaza más céntrica de la ciudad, la Rathausplatz, se alza una fuente decagonal, llamada Marktbrunnen, y a su alrededor llama mucho la atención sus bellas fachadas decoradas con grandes frescos que cubren toda la fachada. Entre tanta belleza artística, se han de destacar los frescos de la Gasthaus Roter Ochsen (Posada el Buey Rojo), los de la Haus zur Vorderen Krone (Casa de la Primera Corona) y los del Haus zum Weissen Adler (Casa del Águila Blanca), en el lado izquierdo del ayuntamiento (Rathaus).

mirador Stein am Rhein

Tras el Rathaus encontramos la iglesia de la ciudad (Stadtkirche) y el antiguo Kloster St. Georgen (monasterio de San Jorge), benedictino, erigido en el año 1005, es una de las abadías medievales mejor conservadas de toda la región de habla alemana y en su interior acoge el Klostermuseum St. Georgen (Museo del Claustro de San Jorge).

Es un pueblo tranquilo, más un día como hoy, domingo. Paseamos con tranquilidad, cruzamos su puente y subimos a la Kirche St. Johann auf Burg (iglesia de San Juan), que aparece citada por primera vez en un documento de 799, es el templo más antiguo del cantón de Schaffhausen.  Desde donde tenemos buenas vistas del pueblo.

Cerca del aparcamiento, a la orilla del lago, un pequeño tren de vapor y un parque infantil entusiasman a mis hijos, que corren hacia ellos.  Sobre todo por su enorme columpio de madera, de una altura considerable.

Tras el recreo infantil, subimos al coche y enfilamos la montaña para llegar al Castillo Hohenklingen, que domina la ciudad y desde el cual tomamos unas bonitas fotos de Stein am Rhein y su entorno.

La tarde la dedicamos a visitar Friedrichshafen, ciudad que alberga el Museo del Zeppelin. En el Bodensee no es raro alzar la vista al cielo que ver uno de estos enormes aparatos volando sobre el lago. El Museo del Zeppelin exhibe la colección más grande del mundo sobre la historia del dirigible, además de una importante colección de arte que data de finales de la Edad Media hasta nuestros días. La atracción principal es la reconstrucción de una sección de 33 metros del LZ 129 Hindenburg. Otro museo de la ciudad es el Museo Dornier, que ofrece 100 años de la aviación y de la historia aeroespacial.

zeppelin Friedrichshafen

Nos paramos en Friedrichshafen porque en una de las excursiones de estos días habíamos pasado junto a su puerto y nos había parecido ver unas carpas de circo. Así que pensamos que era buena idea acercarnos para que los niños vieran el espectáculo pero no era un circo. Parece ser que en verano organizan en los jardines que hay junto al puerto (el Stadtgarten) un festival infantil con infinidad de actividades gratuitas para los más pequeños. Y enfatizo lo de gratuitas. Talleres de pintura, actuaciones musicales, animadores callejeros, juegos de acrobacias, pero todo con objetos muy sencillos a disposición de todo el que lo quisiera coger y jugar con él. Uno de los juegos era deslizarse por una pequeña pendiente dentro de cajas de plástico. Otro era con un enorme plástico en pendiente y una manguera ir haciendo un pequeño reguero de agua. Los niños se tiraban en bañador y daban mil vueltas arrastrados por el agua. Mi hijo lo probó y le encantó. Y para los padres varias terrazas al aire libre donde tomar una buena cerveza acompañada de un buen bratswurth.

La tarde fue muy entretenida. A las seis de la tarde se recogen las actividades. Así que nos pareció buena hora para retirarnos a casa. Baños, cenas y a descansar, que mañana toca una larga excursión a Baviera.




No hay comentarios:

Publicar un comentario